La aplicación de las Flores de Bach en animales puede ser realizada en forma directa mediante un gotero algunas veces por día, o de forma indirecta, mezclándolas con el agua que ingieren o la comida.
No son tóxicos, no producen adicción, ni poseen efectos colaterales. Son benignos en su acción, no producen una reacción desagradable. No son excluyentes de tratamientos alopáticos, incluso pueden llegar a potenciar dicho tratamiento.
Para el caso de los perros, esta herramienta es una manera de potenciar la educación canina. En el caso de los gatos, se realiza una evaluación y diagnóstico de la situación en el hogar.